miércoles, 21 de enero de 2009

Por la PAZ en mayúsculas


Día 10 de enero de 2008 en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia

Israel ha salido de la franja de Gaza. Hamás ha aceptado, tras amagos de no hacerlo, la Paz decidida unilateralmente por Israel. El mundo aguanta la respiración: los representantes políticos de unas sociedades que han alzado la voz se han mantenido, en su mayoría, silenciosos, y ahora advierten de la fragilidad de la Paz.

Pero hemos conseguido, entre todos, avances: como que hasta el representante del Parlamento Europeo califique de inhumanos e ilegales los últimos ataques israelíes y que en la ONU se hable de represalias no violentas contra Israel. Ha servido, hemos sido útiles: en última instancia la población de Gaza habrá tenido, al menos, el consuelo de que la injusticia que han vivido, que vienen viviendo desde hace décadas, no muere en el silencio del mundo, "Gaza no está sola", hemos gritado, y quiero creer que han escuchado nuestro grito también ellos.

La Paz será frágil porque, otra vez, es simplemente un cese de hostilidades: paz superficial, odios latentes, acciones violentas planificadas para más tarde por los dos bandos.

Aquí, en mi yo y en nuestras calles, nos preocupamos por aquellos que, siendo inocentes, pagan por los delirios religiosos o políticos de otros, de aquellos que poseen las armas y el acceso a los megáfonos, de aquellos con el poder para destruir edificios y familias, desgarrar vidas de manera inmediata, con coches bombas o aviones sin piloto, o de un modo lento y tortuoso, mediante bloqueos al acceso al alimento, al agua y a los servicios médicos y medicinas.

Tenemos lo que queríamos y era necesario urgentemente: que dejaran de apilarse muertos a ritmo desorbitante. Pero no bajemos la guardia, y exijamos más: por ejemplo a nuestros representantes en el Congreso Español o en el Parlamento Europeo, que se paralice totalmente la venta de armas. Quizás, sólo quizás, necesitemos armas para nuestra autodefensa, pero no podemos vender armas al extranjero; con ello entregamos instrumentos de muerte mientras nos lavamos las manos porque no podemos controlar, decimos inocentemente, el uso que se les dará. Demos un paso más en nuestras exigencias y deseos, usemos nuestras cabezas para entender que no estamos solos en el planeta y que el sufrimiento de otro ser humano es el nuestro, hagamos oír nuestra voz sin tibieza y clamemos por una paz duradera, mundial, exigiendo pasos concretos y tomando acción.

Me han pasado una nota: hoy, miércoles 21 de enero, habrá una meditación o una oración coordinada por la Paz. Si la energía pasa de un ser humano a otro, y es verdad que la unión hace la fuerza, éste puede ser un buen momento para que nuestros deseos se unan al tiempo a mucha gente con el mismo objetivo. Así que si cae dentro de vuestras prácticas, si creéis que enfocar la atención en lo que se quiere conseguir es efectivo, uníos a nosotros a las 22 horas (peninsular española) por la Paz, con mayúscula.

Un abrazo, y muchas gracias por todo,
Amor.



17 de enero de 2009, desde la Plaza de San Agustín hasta la Plaza de Tetuán, en Valencia

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