lunes, 18 de agosto de 2008

Ojos, vigas, pajas: EEUU-Rusia III

EEUU-Rusia III (y Europa)

McCain, la ministra de exteriores (Secretaria de Estado) Condoleeza Rice, el ministro de defensa Robert Gates y el presidente de los Estados Unidos George Bush se han afirmado frente a Rusia y le han declarado que habrá represalias por su actitud invasora contra Georgia.

La relación entre capacidad de autocrítica y reflexión sobre sí mismo es inversamente proporcional al tamaño de una nación. Cuanto más grande el país, más difícil le resulta estudiarse a sí mismo y, sobre todo, comprenderse en relación a las otras naciones.

Rusia se queda sin amigos y no comprende por qué; la reacción internacional contra su defensa de Osetia y Abjazia le parece fuera de lugar. Estados Unidos mientras ve la paja en el ojo ajeno y se rasca la viga en el propio como para limpiarse las legañas. El reto de una Rusia que se crece pero aún es pobre le da alas y ganas, le despierta para jugar a un juego de infancia cuyos placeres se habían olvidado.

El senador McCain, presidenciable por el partido republicano en los Estados Unidos, declaró hace poco que las Naciones no invaden Irak en el siglo XXI (la cita no es literal, debo haber olvidado algunas palabras aunque escribí sobre el tema hace pocos días). Su protector, el árbol que le da sombra, el presidente George Bush,

Mientras los Estados Unidos ven la paja en el ojo ruso y declaran que las Naciones no invaden Otras Naciones en el siglo XXI, Rusia se revuelve sobre sí al descubrir que sus vecinos no le quieren. De pronto le sorprende el giro de Polonia cuando la antigua colonia soviética decide aprovechar el escudo anti-misiles que los Estados Unidos va a desplegar por la Europa Oriental.

Rusia parece uno de esos bárbaros machirulos que confunden el sometimiento de su mujer a través del miedo por adoración sumisa: le extraña que en el momento en que la mujer pierde el terror (sea por hartazgo, porque ha encontrado un nuevo protector o un amor verdadero por sí misma que le da fuerza y valor) el amor, lo que se creyó amor, desaparezca también. Lamentablemente es el momento en que los golpes se transforman en cuchilladas desesperadas.

Los Estados Unidos están haciendo amigos en el eje de los desengañados con Rusia. Otro día, dentro de poco, se encontrarán en una situación similar, cuando descubran que los que le amaron en Oriente Medio lo hacían por miedo, o por interés, por acercarse al sol que más brillaba. Pero se revolverá en la confusión, igual que Rusia. Aunque me temo que el momento de las cuchilladas ha llegado hace rato.

(Mientras tanto, en Europa... por más que se rascaban los ojos no se les quitaba el sueño. El andar lento de los Europeos era disimulado sólo por el huracán Sarkozy. Javier Solana buscaba las gafas en la mesita de noche mientras el francés recibía a Rice y a se entrevistaba con los presidentes ruso y georgiano. Angela Merkel andaba alrededor de Nicolás, sin ser vista, pues el francés avanzaba haciendo el pino y otras cabriolas, dando vueltas alrededor de ella. El antiguo patio trasero de la Unión Soviética se parece demasiado pronto al patio trasero de la Unión Europea, y no extraña que Polonia o la República Checa busquen a quien le proteja de la ciega furia rusa fuera de la dormida Europa.

Dormida o, perdón por la vulgaridad de un chiste que viene pillado al pelo por el título de la columna, pajillera Europa, también en la cama, remoloneando, onanista, dándose gusto en la tranquilidad del que está por encima del bien y del mal, del que a falta de faena se entretiene consigo mismo. La paja no está en el ojo ajeno, sino entre las propias manos, aquí, en Europa, desde Portugal hasta las naciones Bálticas).

domingo, 17 de agosto de 2008

El patio internacional se parece mucho a un patio de colegio

EEUU-Rusia II

A la hora del patio todos los niños juegan, pero algunos no saben hacerlo sin dañar a los demás. Son niños cazadores, niños hambrientos, virtuosos en el arte de la violencia. Grupúsculos de niños gacela corren de la cancha de fútbol a la zona ajardinada vigilados por el jefe del patio y sus matones. Los profesores, malhumoradas por tener que pasar el tiempo de descanso paseando por el patio, descubren las cacerías una vez perpetradas, cuando un niño gacela acude llorando, arrastrando los restos de otro niño gacela.

Georgia, una niña normalmente tranquila, se ha enfadado porque Osetia del Sur y Abjazia no quieren jugar con ella. Ha prescindido de la mediación y se ha mostrado cruel con ellas. La ley del patio está regida por juegos de poder, estrategias poco sutiles, muchas veces guiadas por el aburrimiento. Al matón de Rusia le ha salido el justiciero que lleva dentro, o así lo quiere creer, cuando ha visto en esta opción de Sembrar la Paz una oportunidad para Hacer la Guerra, de entretenerse, de marcar el territorio.

Los profesores llegan finalmente, tarde, cuando ya sangran algunos niños, alarmados por el revuelo que se ha armado en el patio mientras tomaban café, delante de un televisor en la sala de profesores, viendo los juegos olímpicos durante su descanso. El anciano europeo, el tembloroso G-8, la medicada Naciones Unidas. Cada niño cuenta su versión. Los más pequeños tienen algún corte en la boca, han sido arrastrados por el suelo y pateados. Todos acusan al matón Rusia, que señala rápidamente a Georgia, ¡ella empezó!: aunque el ataque de celo transitorio de Georgia sea una rareza en ella, no puede perdonársele. Georgia llora, sabe que tendrá castigo, el propio, además de que la paliza que le ha dado Rusia quedará impune. Los niños ven a los profesores saturados.

Estos se apresuran, índice en alto, a amonestar a los alumnos. Incapaces de poner ley en tanto caos ordenan (hueco deseo) que no se vuelva a repetir. (¿Qué no se repita el qué? Todo, nada, en general.) Quieren volver al café, aunque haya niños que aún lloran: se harán fuertes, independientes, no pasa nada. Pero entonces llega el jefe del patio, el matón más matón de todos, que ha contemplado la escena desde lejos, silente.

Movido por la rabia de haber perdido protagonismo, furioso consigo mismo por llegar tarde (estaba molestando a otros niños pequeños en el patio trasero), Estados Unidos se indigna porque la pelea entre Rusia y Georgia queda impune. Los matones tienen un elevado sentido de la justicia, la justicia del “y yo qué”, o el “qué hay de lo mío”, o “porque lo digo yo”. Son niños incomprendidos, demasiado barbarizados para que nadie se esfuerce ya con ellos, dan miedo. Son niños que tampoco comprenden a los otros ni sus reglas; quizás quieren afecto, pero en su soledad han interpretado que el afecto se ablanda golpeándolo, como si fuera una almohada: afecto sometido, bajo la cabeza, a voluntad.

Así su sentido de lo bueno se ha construido independientemente del grupo, pues no responden en su poderío ante nadie ni nada, y en su esquema moral el fin justifica los medios: Estados Unidos clama que Rusia ha cometido una falta, siendo violenta sin necesidad, para asentar su poder, pero es incapaz de ver que esto que ahora afea a Rusia lo comete él casi a diario. La diferencia es que cuando Estados Unidos golpea, es conocedor de sus fines, quiere poner orden. No repara en que los medios que usa para conseguir su fin siembran dolor y hacen sangre. El conflicto está en que no conoce los fines de Rusia, no sabe qué imagen persigue su antagonista cuando chulea por el patio, y sólo puede ver los medios que éste ha usado para hacer que Abjazia y Osetia, temerosas de Georgia, le rindan tributo. Violencia sin sentido, sin fin.

Hace rato que los profesores volvieron delante del televisor.

sábado, 16 de agosto de 2008

LAS NACIONES DE McCAIN: EEUU-Rusia

Estados Unidos-Rusia I

El periodista le recuerda a McCain, candidato presidencial por el Partido Republicano a las elecciones de noviembre en los Estados Unidos, lo que dijo sobre que la situación en el Báltico iba a requerir medidas, e inquiere sobre qué tipos de medidas.

En youtube, en http://www.youtube.com/watch?v=sMBd6o-wLtY o buscando "Mccain Nations", puede verse al senador contestando, en inglés:

"Bueno, cuando digo eso hay que tener en cuenta que hablo de que nuestros aliados en la OTAN han de trabajar con nosotros, que es importante que en todo el mundo se reconozca que en lo referente a la OTAN cuando uno de sus miembros es atacado todos lo son, pero no creo que vayamos a re-encender la Guerra Fría ahora, con Rusia. Creo que esta situación es muy seria pero no creo que nos lleve de nuevo a un escenario nuclear, etcétera etcétera... quiero tener un diálogo con los rusos, quiero que salgan de Georgia tan pronto como sea posible, y estoy interesado en que haya buenas relaciones entre los EEUU y Rusia. PERO EN EL SIGLO XXI, LAS NACIONES NO INVADEN OTRAS NACIONES, y ya decidiremos en los días sucesivos qué grado de provocación ha habido y a qué nivel quién tenía razón y quién no... Pero no puedo defender la extensión y el grado de la intervención rusa en Georgia, así que debemos mostrar solidaridad, y cuento en mi solidaridad con el respaldo de cinco presidentes, todos los cuales presiden países que en un momento u otro estuvieron bajo dominio ruso, así que de algún modo todos estamos de acuerdo y debemos estarlo en que EL COMPORTAMIENTO EN EL SIGLO XXI ES DE RESPETO HACIA LA SOBERANIA E INDPENDENCIA DE LAS NACIONES y eso incluye a Georgia".

El análisis frase por frase os lo dejo a vosotros. Estos días la diferencia en estimación de voto entre McCain y el candidato demócrata Barak Obama, que no ha defendido apenas la sombra de una opinión respecto a la guerra entre Rusia y los Estados Unidos, se ha acortado hasta poner nervioso al partido de Obama, los Clinton y la presidenta del Senado Nancy Pelossi. El partido de los George Bushes vuelve a alzar la voz, a través del presindeciable Senador McCain, como justiciero máximo y adalid de la libertad mundial. Obama se aleja de la figura del Comandante en Jefe al no defender con suficiente energía la toma de represalias de su país contra Irán o ahora Rusia.

Mientras tanto, en el terreno doméstico, parecen estar dañándole las campañas amarillistas que contra su persona se lanzan desde los media conservadores. La campaña de McCain está tan animada que hasta ha enfadado a la tradicionalista familia Hilton, al comparar "denigrantemente" a Obama con las celebrities huecas al estilo Paris. Las frases del libro "The Obama Nation", de Jerome Corsi, en que se dice que Obama quiere limpiar su sangre para hacerla más negra (el camino inverso tomado por Michael Jackson) coinciden con una encuesta que asegura que la desblanquización de NorteAmerica no será en 2050 sino en 2042, momento en que los blancos no serán mayoría en los Estados Unidos frente al resto de habitantes. La diferencia se acorta, también en las encuestas.

(Y mientras tanto, en Europa... crecen los ataques contra judíos en París, se desmantela una red de escuelas filonazis en Alemania, el ejercito italiano patrulla las calles del país a la caza del inmigrante y en España esperamos sentados a que ocurra algo más noticiable que las pequeñas escaramuzas racistas que ocurren casi a diario).

jueves, 14 de agosto de 2008

Obsesiones: mujer nigeriana abandonada en...

Mujer nigeriana abandonada en el suelo de comisaría italiana

Las obsesiones son lo que son lo que son lo que son lo que son... o lo que parecen. Lo que creemos ver, lo que queremos ver. Los fóbicos como yo encontramos el objeto de nuestro miedo al girar una de cada dos esquinas; la familia expectante de pronto descubre que el mundo está lleno de embarazadas; el que desea mucho algo ve constanstes signos de que su deseo está en camino, "fabricándose", y cada estrella del cielo le parece fugaz.

El que desea como el que odia. Algunos curas ven símbolos del amor de Dios en cada persona con la que se cruzan, en cada suceso que presencian, con cada inspiración. Otros no ven sino rastros del pecado original, gestos de maldad humana y obras del demonio, cada vez que exhalan aire, en cada humano que se les presenta a disección, a través de cada historia que llega a sus oídos.

La prensa quiere ver en Italia signos de racismo, xenofobia, odio al extraño, al extranjero, desde que Berlusconi volvió a ganar la presidencia italiana. La prensa está obsesionada con el saludo fascista con que la masa recibió al nuevo alcalde de Roma hace escasas semanas o con la valerosa acción gubernamental de sacar el ejercito a las calles para poner orden.

Según se mire. Desde la óptica de Berlusconi, pues a menudo arrecia contra la prensa internacional y doméstica y acusa a todos los periodistas de formar parte de una masonería comunista que trama contra él. Fóbico o paranoico.

La obsesión puede estar en la prensa. No es tan pura, la prensa, y no puede exigírsele que traslade los hechos en bruto sin pasar ningún filtro. Hay riesgo de contaminación, de que en el tamiz de selección de noticias queden enredados algunos deseos y algunos miedos, fobias y anhelos.

Pero puede se una obsesión que se da en Italia, en muchos de sus gobernantes y algunos votantes, una obsesión que se traduce en efectos que se traduce en noticias de la prensa. La obsesión por la que el extranjero ya no es "sólo" una amenaza al empleo de los nacionales; el extranjero es un monstruo, un bicho, una maldición, una mierda. Para muestra, robo un titular del periódico de hoy: "Italia indignada por el maltrato a una extranjera detenida". La prensa, qué obsesión. Para encontrar más sobre la noticia sugiero buscar en google la siguiente frase: "una prostituta nigeriana yacía cubierta de suciedad en el suelo de una comisaría".

La imagen que acompaña al artículo ofrece poco más, el titular es tan claro como la foto: una mujer paralizada tirada en el suelo, una capa gruesa de polvo marrón claro posada sobre su piel, como un objeto abandonado. Da pavor, pero debería dar horror, ser miedo insistente, inaguantable, un miedo que nos haga reaccionar, hartos de la parálisis fóbica.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Congelados en agosto: sueldos

La tertulia de los mismos sueldos mínimos, el error de congelar el gasto

En España, mientras el panorama económico europeo mece sincopadamente su economía nacional, se empieza a oír como un murmullo la palabra estanflación, inflación más recesión. La Crisis que tanto costó pronunciar a nuestro gobierno, en un alarde de optimismo que querrían contagioso, empieza a parecer vieja.

Pero sigue centrando las tertulias radiofónicas, un bloque de cada noticiero televisivo, y páginas de los periódicos que escapan de la sección económica para afianzarse en las de sociedad, a medida que crecen los impagos y los efectos del paro se dejan sentir transversalmente. A medida que hablamos de personas.

Escucho una tertulia en la radio que me ofende. Buscaba la ofensa, es cierto, porque escuchaba la Cope, siguiendo un morboso impulso que de vez en cuando se me activa. El presidente del gobierno es un inútil cuando habla de no recortar gasto social, es un suicida kamikaze cuando persiste en su promesa de elevar los sueldos mínimos a pesar de la coyuntura, porque lo prometió en contienda electoral. Todos hemos de arrimar el hombro, se dice a derecha e izquierda.

Muchos, ahora conocidos míos, no ya simples datos oficiales, arriman el hombro perdiendo su empleo. Otros conocidos míos, sus propios jefes y patrones de otros, arriman el hombro angustiándose porque descienden las ganancias pero no las deudas de sus inversiones. Desde la izquierda sindical se grita ¡que no paguen los de siempre! pero "los de siempre" vienen pagando ya demasiado tiempo. El problema, creo, es que no han pagado bastante.

La tertulia de arrimar el hombro concluye con una solución que, sin ideas prácticas que la activen, queda en una exposición de deseos: hay que congelar los sueldos pero hay que incentivar el consumo. Lindo, me digo. ¿Qué es lo siguiente, hacer el consumo obligatorio? Quita, si ya es obligatorio en la luz, el agua, la vivienda, el mantenimiento de un banco, el tener teléfono para poder acceder a ciertos servicios públicos...

Cuando el monstruo de la crisis comenzó a aletear, como el pez que decidió salir del agua para mutar en reptil y cocodrilo, tenía nombre propio: subprime. E historia: hipotecas de control dudoso concedidas a quienes no podían pagarlas. El sistema capitalista, que sólo se mantiene creciendo, ha encontrado en Estados Unidos y España dos talones de Aquiles: en el primer país al inventar una solución peregrina, permitiendo comprar a los que no podían con créditos más baratos; en España, al no buscar solución, pues los que no podían comprar cada vez compraban menos.

No suban los salarios mínimos. Congelen. En mi entorno más cercano, en la generación de los que entran ahora en la treintena, la crisis no nos viene de nuevas: llevábamos mucho tiempo sin poder arrimar el hombro en el sistema capitalista, comprando lo justo, lo que podíamos, poco más que alimentos y gastos fijos de vivienda y adictivo tabaco. En las sobremesas caseras, con un tabaco caro y medio kilo de un café más barato que un solo café solo en la calle, nos hemos cansado denunciándonos entre amigos nuestra falta de contratos, nuestros contratos de tres meses, nuestros contratos por obra o con calificación inferior al trabajo realizado, nuestras subcontratas y nuestros sueldos mínimos minimísimos.

No soy el mayor defensor del capitalismo, pero si jugamos a este juego, juguémoslo bien; cuando China vende más que nosotros, como cuando nosotros crecemos a costa de América del Sur.

A toro pasado se me ocurre que quizás el sistema no hubiese explotado de no haber estado nosotros, como ejemplo, explotados. Quizás el sistema hubiera crecido con fundamento de haber podido el trabajador acceder a sus gastos sin la mediación de su banco, ávido de ese dinero tan goloso que es el crediticio, el que les dará réditos, pero que está demasiado anclado en el futuro, en ciertas condiciones perfectas, como para ser fiable.

Así que de nuevo la solución es congelar los sueldos, en pleno verano, dejando que el murmullo de la pobreza recorra los chiringuitos de playa o montaña. Se asombrarán, dentro de unos meses, de que el turismo también se vea afectado, de que la gente no consuma, de que haya miedo.

martes, 12 de agosto de 2008

Vivir del aire: la crisis es gratis

Calor, noticias sorpresivas, el sueldo de los becarios, crisis

Escucho la radio. Es un lujo que sólo disfruto, accesible como es siempre, cuando me dejan un coche. Mientras conduzco hago eso para lo que no encuentro tiempo en mis días peatonales.

En la radio un locutor confundido dice que hace mucho calor. No se equivoca en esto, porque un viento seco y ardiente ha tomado la península la madrugada de ayer. El locutor dice que tenemos altas temperaturas, de 1.500 grados, de cuatro grados por encima. No se corrige a sí mismo, no se da cuenta, y eso que esta noticia era esperada: hará calor. Seguramente era un becario.

Lo de Osetia del Sur, Georgia y Rusia ha tomado por sorpresa a los Mass Media españoles. Todo está cerrado por vacaciones y en los noticieros (prensa, tele y radio) hay becarios que cubren una actualidad que en principio, durante nuestro agosto, debería propiciar sólo noticias banales, o aquellas relacionadas con muertes en piscinas, en el mar, en carretera o por golpes de calor. Así que les ha costado encontrar al "malo de la película" en el asunto georgiano: finalmente hay quorum y todos los dedos señalan a Rusia, pues el derecho de soberanía de Georgia se pone por encima de la autodeterminación de sus dos regiones independentistas.

Nuestros políticos están de vacaciones pero fingen no estarlo. En la oposición hacen reuniones de emergencia a las que son invitados cámaras y reporteros: la crisis está aquí y hay que bregar con ella. El gobierno, atento, pone chaquetas y corbatas a sus ministros por encima de las bermudas y los bañadores, excepto a Miguel Sebastián, que ahorra aire acondicionado y energía a lo japonés, quitándose la corbata; total, en la tele sólo los sacan de cintura para arriba.

Pero la radio está tomada por la crisis: lo comercial usa la repentina pobreza del país para vender más; "colchones para tu merecido descanso en tiempo de crisis", "nuestra bebida producirá en tus intestinos defensas para la crisis", "la crisis no se nota en nuestro producto" y así hasta "vendemos la crisis más barata" o "nuestra crisis es la mejor crisis en tiempos de crisis".

Una tertulia termina con todos enfadados, sin motivo, puesto que están todos de acuerdo: no hay que subir los salarios mínimos, sería la peor medida posible, aunque estuviera en el programa electoral del partido gobernante. Bueno, sobre esto más en otra entrada, porque yo sí me enfadé. La tertulia acaba con un acuerdo, un deseo: manteniendo los sueldos mínimos donde están, hay que incentivar el consumo. El consumo de aire, supongo, seco y caliente, o el consumo de estrellas fugaces en la noche de San Lorenzo, cosas asequibles al bolsillo de un becario.

domingo, 10 de agosto de 2008

Flaws of our Fathers

Balcanes, Osetia, Incoherencia, Cinismo, Ciudadanos, Silencio cómplice.

España como gobierno no pudo apoyar la independencia kosovar de Serbia, o se las habría visto y deseado después para “desexplicar” la inindependencia de Catalunya o Euskadi de su territorio.

Los Estados Unidos de América y la Francia de Sarkozy, apoyaron la independencia de Kosovo, pero ahora se les atraganta el ataque a la soberanía de Georgia en el mantenimiento de la integridad territorial que la amenaza de secesión osetiana ha puesto sobre el tablero.
Rusia indigna a sus vecinos cada pocos meses cuando “impone la paz” en Chechenia cada vez que la díscola región se mueve del asiento. Pero contempla con afecto la autodeterminación de los pueblos cuando Osetia del Sur, por abrumadora mayoría popular, se aleja de Georgia.

Durante estos Juegos Olímpicos pekineses se ha puesto de relieve que hablar es el mejor entretenimiento para aquellos países que quieren distraer la atención de la viga en el ojo propio: nada mejor que criticar la falta de derechos humanos y de libertad de prensa en China para quedar como el mejor defensor de ambos ideales absolutos.

La contradicción asoma de nuevo y queda feo indicar no sólo la alegría con que nuestros países relativizan sus ideales (en pos del más absoluto ideal del libre comercio), sino su falta de objetividad autocrítica a la hora de ateneder las declaraciones de la ONU en asuntos territoriales.

En Europa, donde consideramos a nuestros gobernantes los representantes del Estado-Padre nos encontramos como niños que reciben mensajes cruzados de sus progenitores. Haz lo que digo y no lo que hago. Pero si prescindiéramos de esta infantil concepción del Estado para ponernos en la cómoda asunción del Gobierno-Jefe, o el Estado como empleador y superior, nos encontraríamos igualmente con instrucciones contradictorias respecto a nuestra función de empleado: qué está bien o mal, qué debemos procesar o archivar y qué destruir u omitir.

Lamentablemente nuestra posición es más triste, pues hemos perdido el poder legítimo como pueblo para perder la pesada responsabilidad: si los gobernantes son en realidad nuestros empleados, puesto que siempre cobran del Estado sin importar los beneficios que éste reporte al ciudadano medio, sus acciones son nuestra responsabilidad.

Y, o no estamos dando las instrucciones precisas, o nos hemos dejado embaucar una y otra vez por el currículum luminoso pero vago de un trepa peligroso.

España, que no se ha posicionado en los Balcanes a favor de independencia alguna, que mantiene la coherencia de posar igual en el exterior y en el interior, es confusa de manera sutil. Moratinos, ministro de exteriores, ha lamentado que el ataque ruso a Georgia y el georgiano a Osetia del Sur, se haya dado durante la “Tregua internacional que son los Juegos Olímpicos”. ¿No habíamos quedado en que durante los Juegos no se hablaba de política, o al menos eso había pedido el Gobierno Español a sus atletas? Moratinos habla de tregua, lo que es hablar de paz, lo que es hablar de guerra, lo que es hablar de Sudán, lo que es hablar por no callar.

Callar hoy en día es quizás la manera más estrepitosa de contribuir al ruido.

sábado, 9 de agosto de 2008

Te voy a partir la Paz: Rusia-Georgia

Georgia, Palabros, Asesinatos.

No recuerdo dónde escuché por primera vez el chiste “Ha estallado la Paz”. Es un chiste clásico y poderoso gracias a la contradicción entre el término violento “estallar” y la Paz.

Pero fuera de bromas, algo así está ocurriendo entre Georgia y Rusia durante lo que nuestro ministro de exteriores ha llamado la Tregua Olímpica (lo que habría que analizar otro día), por el control de Osetia del Sur, zona georgiana autoproclamada independiente y filorusa.

Kremlin ha tomado posiciones (militares) desde el primer momento, una vez que Georgia ha intentado afianzar su posición (militar) en Osetia del Sur. En apenas dos días se cuentan los muertos por centenares (e incluso miles) y los comentarios que zanjan la cuestión desde uno y otro frente son trágicamente similares y totalmente exentos de humor; Rusia ha declarado que la paz llegará cuando venzan sobre Georgia; Georgia ha afirmado, sin trabarse por ello la lengua, que hay que imponer la paz a Osetia.

Imponer la Paz, a base de asesinatos y bombas y guerras, les ha faltado añadir. Ni así despertamos de la pesadilla que no sabemos que soñamos.

jueves, 7 de agosto de 2008

LOS PLATOS ROTOS DEL SISTEMA: ecologismo y clichés

Ecologías, reciclaje, sistema, clichés de Alemania: Genau y Olé

Mi marido americano ha recibido un regalo ahora que se muda de casa: sus tíos han comprado en un yard-sale (mercadito de jardín) una vajilla de platos usados horteras y feos a más no poder. Pero a caballo regalado no le mires los dientes o paga los platos rotos, como canta el dicho.

Nunca ha visitado Alemania mi marido, pero me empeño en que asuma, aunque sea como posibilidad, la opción de vivir en este país que amo. Le explico que los alemanes son tan serios como dice el cliché, que saben convertir en obligación hasta su hobby más preciado –bailar samba, o salsa, o tango, o flamenco- o que son tan duros con las faltas ajenas como con las propias, lo que no es por sí mismo ni bueno ni malo.

(Hago una digresión para mis amigos alemanes enfadados; tampoco me gusta que se generalice con “lo que son los españoles”, pero asumo que hay conversaciones imposibles si no usamos la brocha gorda, y que si no todos los españoles son impuntuales o jaraneros o ruidosos, yo mismo me pongo nervioso a menudo con la lentitud de nuestras oficinas de correos, los 20 minutos mínimos tarde de rigor con que se dan las citas pactadas o el alto tono de voz con que la gente se habla en la calle un sábado de madrugada, o un viernes, jueves, miércoles…. O que soy igualmente capaz de ser impuntual o ruidoso. Por supuesto, no hay yan sin yin, así que si la impuntualidad española puede ser relajamiento ante la vida y el ruido es expresión de la alegría y la potencia de vivir, asumamos sin demasiada seriedad la seriedad alemana y con afán contemplativo su tendencia a la introspección silenciosa.)

Le hago primero una observación estético-emocional: amará esos platos si se lo permite, si se permite conocer la historia tras ellos y si ve la virtud más allá de las flores estampadas en la cerámica. Luego, le explico el por qué, y hablo de Alemania, y de los Spendmülle que se dan en multitud de barrios alemanes y que consisten, como su nombre “donación de basura” indica, en donar aquellos objetos que llevan almacenados si uso demasiado tiempo: lo que llamamos basura puede ser a ojos del que los encuentra en la calle, durante las horas puntualmente coordinadas que el ayuntamiento ha acordado para esta donación múltiple, un tesoro o más prosaicamente un objeto todavía útil.

Los alemanes, le explico a mi marido americano, se toman muy en serio el reciclaje. No sólo separando la basura por materiales, sino no tirando nada que aún tenga vida: antes se recurren a venderlos en los rastros o a hacer trueque, cuando no a regalarlo anónimamente dejando una caja en la basura con la indicación “Para llevar”.

¿Quién pagará los platos rotos del desastre ecológico que estamos produciendo? No veamos tan sólo las emisiones de CO2 de nuestros coches; veamos también la contaminación y el gasto energético que produce cada objeto nuevo, cada objeto que sustituimos innecesariamente por otro, ni que decir del horror medioambiental de la basura electrónica o la sobresaturación de plásticos indestructibles.

No deberían pagar los platos rotos los obreros, con el cierre de fábricas tras la bajada del consumo. Reciclémosnos, y hagamos que si menos gente trabaja en la producción, más lo haga en el reciclaje, en la limpieza, en la colección y rehabilitación de aquello que aún conserva su alma.

Conociendo la seriedad alemana, su alto sentido de la responsabilidad, sé que pagarán muchos platos rotos que no han roto. Gracias.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Gérmenes Olímpicos: Don't Speak

El Gobierno Español respalda al COI en su petición a los atletas para que no hablen de política -incluyendo los temas Derechos Humanos y Libertad de Opinión- durante los Juegos Olímpicos.

Este año en Pekín, dentro de cuatro años, en Londres.

Da mucho que hablar de política el que China celebre las Olimpiadas. Da mucho lugar a cinismos, cuando el presidente de los EE.UU. pide al país asiático que respete las reglas de juego democrático o cuando miembros de la U.E. amenazan con boicotear la celebración debido a que China ejecuta a sus ciudadanos, les impide libre acceso a la información o vende armas a Sudán. Como si todo esto hubiera ocurrido de repente. Como si no lo supieran cuando firman tratados de comercio con el país más en desarrollo de los que están en desarrollo.

Pero en algo empieza a verse la apertura china al mundo; no todo son cinismos ni hipocresías, pues occidente no pedirá a china libertad de opinión política, no ahora.

Al abrirse China al mundo, celebrando los Juegos, el mundo se abre a China. Siendo optimistas, podemos esperar que esta palmada en la espalda de Pekín sirva al Partido Comunista para, sintiéndose querido, desear estar aún más integrado entre los países del "Mundo Libre". Habrá contagio, sin duda, y China ya está permitiendo, aunque sea por la Tregua, que más periodistas que nunca visiten más lugares de su geografía, que informen más.

También podemos esperar un contagio en el otro sentido. Nuestros líderes en el Mundo Libre empiezan a contagiarse y ya no hay contradicción entre China y ellos, no tratan con un país sin Libertad de Prensa mientras ellos, cínicos, permiten tal Libertad en sus países; el Gobierno Español ha sido de los primeros en recibir los gérmenes chinos y por eso pide a sus atletas que no hablen de política. O tal vez, en el fondo, le convenga que la política quede al margen del deporte, ahora en China, dentro de cuatro años en Londres, porque así no se hablará de la selección olímpica catalana, o de la selección de Euskadi y su derecho a la autodeterminación.

Si los atletas no hablan de política no correremos el riesgo de ver a Phelps criticar Guantánamo, ni los gimnastas franceses mencionarán a Carla Bruni, ni Gordon Brown estará en boca de nadie cuando hacia la ceremonia de clausura algún inglés reciba medallas. Que no esperen agradecimiento.

Las duchas de los atletas son ricas en hongos y gérmenes. Las Olimpiadas nos traerán microbios nuevos, de otro tipo.

lunes, 4 de agosto de 2008

De noche, morirás

Se acostó por la tarde. De noche el cansancio puro le impedía dormir, pues sus músculos protestaban, y con razón, ajenos a las necesidades animales de su cabeza, que reclamaba silencio con tanta furia que la vigilia se perpetuaba. El sueño, se perturbaba.
Necesitaba tumbarse pues sin estar cansado. Dormir sin quererlo, a su propia contra y así, de acuerdo consigo mismo.
Con una nana se acunaba: duermo ahora, muero ahora, luego viviré. Y luego: morir es seguir viviendo, morir es vivir de otra manera. Ahora duermo, ahora muero, ahora vivo. La nana casi siempre se volvía conversación, un diálogo consigo mismo sobre la muerte, pues la nana con que se mecía le inquietaba razonablemente. Dialogaba, por las tardes, sin sueño pero queriendo dormir, sobre su muerte.
Necesario sin duda, el ejercicio, si quería poder responder a la voz que de noche, cuando cerraba sus ojos al mundo y el mundo le cerraba los suyos, decía Morirás.

viernes, 1 de agosto de 2008

Hemos crecido!

No lo puedo creer, hemos terminado el curso.

El último día fue maratoniano, porque los niños no se subieron el autobús al acabar la jornada laboral sino que se quedaron en el colegio, excitadísimos porque íbamos a dormir aquí. El resultado fue un día siguiente con el colegio lleno de zombies en lugar de alumnos y profes, pues en la clase que más durmió se callaron hacia las 3 de la madrugada y ya se habían despertado a las 7. La noche, aparte de las chácharas incontenibles, no trajo nada inesperado.

No los voy a echar de menos y estoy contento de haber terminado. No daba más. He pasado el mes atendiendo monstruos por la mañana y con un par de otros trabajos por las tardes. Pero les he querido, al final, y me han dejado saber que me "aprecian" y que les sabe mal que no sea su profesor durante el curso. Ya no hace falta que me hagan la pelota.

Quedo bien pagado (no he chequeado la cuenta bancaria para ver si se han cumplido los convencionalismos). Quedo agradecido. Lo hemos superado y creo que todos hemos crecido.